The Versatile Blogger Award

aw

Yo no tengo experiencia alguna en estas cosas de las nominaciones, pero voy a intentar hacerlo bien. Mil disculpas ante todo, si veis que no lo he hecho bien.

Estoy asombrada, sorprendida y emocionada. Si, bingo! es el estado en que me encuentro en este momento tras ver que me ha nominado 

Muchas gracias  Jesús por este pedazo de gesto! Eres un encanto de hombre!

Os recomiendo que deis una vueltecita por su blog y os quedéis un buen rato leyéndolo. Vale mucho la pena esta visita!

https://jecallejosus.wordpress.com/

Su blog es una mezcla de muchas cosas, todas ellas atrayentes (al menos para todos sus seguidores lo son y yo me incluyo en su lista de fans!). Encontrarás en su blog: fotos, relatos, microrrelatos, opiniones, frases… Entre las frases que podrás leer, yo me quedo con esta:

«No vivas para ser alguien conocido, sino para ser alguien que merezca la pena conocer«.

Creo que define totalmente a lo que yo llamo ser ante todo y sobre todo: Persona.

Ahora, según mandan los cánones, tengo que contaros 7 cosas sobre mi blog. Vamos allá:

  1. Hacía tiempo que lo inicié pero estuvo como muchas obras de nuestro país, parado por falta de medios. A mí me faltaba tiempo, a las obras de pisos y mejora de carreteras paradas..no se que les faltaba.
  2. Desde que volví a ponerme a escribir en mi blog (hace mes y medio), me ha vuelto la ilusión por ello. ¿Será verdad esa frase de Picasso que dice: «No creo en las musas…, pero si llegan que me pillen trabajando»?
  3. Soy escritora amateur imperfecta y mejor así porque la perfección, a la larga…aburre.
  4. Me gusta encontrarme con opiniones de mis escritos. La crítica constructiva siempre es bienvenida.
  5. Es un rincón, verdaderamente mío al que entran otras personas y pueden ver lo que escribo. Yo también encuentro rincones llenos de pensamientos de otros compañeros en forma de texto que me encanta leer y comentar con ellos y ellas.
  6. Hay días que me emociono mucho porque veo que hay un interés muy grande en leerme, en comentar, en compartir escritos y eso me anima más a seguir escribiendo.
  7. Pues para finalizar me gustaría compartir una ilusión. Espero autopublicar este año un libro. No se si corto o largo. De relatos, de cuentos o de micros… pero publicar! Veremos a ver si es posible.

Y ahora, llega el momento de nominar a 13 blogs que me gusten y me lleguen. Pues mi elección es:

Paco G.R. 

José Ángel Ordiz

Historiastrastudni

Edelsteine

Desafectos

Te miro, me miras… Nos miramos

Cartas desde un tren

Niebla

Neofreemind

Iván Ortiz

Lulu Von Flama

Adela Villoria

Xavier Turell

Mil gracias de nuevo Jesús y un beso a tod@s.

La vieja lámpara

Mientras la vieja lámpara está encendida, te veo y te escucho con atención entre el silencio.

Me acompañas en una fría tarde. Y arropo entre mis manos tu delgada y sabía piel envuelta de cueros harapiento y gastados. Recosidos para quitarte el frío evitando así, que emigres de aquí.

Sígueme contando tu historia mientras miro las formas que tienen tus oscuros labios. No apagues nunca la luz que ilumina mi imaginación.

Sábado

No hizo otra cosa en toda la tarde que mirarse al espejo con el torso desnudo. Llevaba veinte años actuando de esta manera. Y en pocos días cumplía los cincuenta. Primero se deleitó de su perfil izquierdo, después, del derecho. Ahora, mirándose un lunar que no se vio el día anterior. Casi se horrorizó de este hecho, se le salía de sitio el corazón. ¿Excesividad de auto complacencia? Tal vez si. Delante de él, sin percatarse de ello, pasaron tres horas. ¡Como te lo digo, fue!

Y la luz del Sol marchó y cambió el día de guardia. Ahora le tocaba trabajar a una escueta luna creciente. No se lo podía creer. Se preguntaba cómo podía ser que el tiempo se le hubiera escapado de esa manera. Acusó de haberle robado las horas, a todo aquel conocido que no soportaba y a alguno que odiaba.

Dejó los insultos para otro momento y empezaron las carreras por el pasillo de su piso de soltero. Cogió ropa interior y tras esto, otra carrera hacia el baño y, a la ducha. Salió, se secó y de nuevo hacia su dormitorio.

Abrió el armario, tomó aire y dijo: «Sábado, sabadete; camisa nueva…». Y seguidamente: «No, no puede ser!  No tenía ni una sola camisa…limpia, pantalones de vestir tampoco. Miró su reloj y vio que eran las nueve de la noche y ese día era fiesta nacional. No pudo ir a comprarse nada porque era fiesta nacional.

Así que, este fanático de Narciso de quien todos conocemos su historia, decidió quedarse en casa solo porque no podría lucirse. Su casa era como él, un cúmulo de objetos que brillaban mucho y que verdaderamente no valían nada.

Al rey de la nada, nadie le llamó en toda la noche y empezó a dudar si realmente su disfraz de eterna juventud no estaría ya, algo caducado. Encendió el televisor y se puso a ver un reality de títeres con cabezas llenas de serrín.

Cara o cruz

En boca cerrada no puede salir la rabia contenida de antaño. Los ojos parecen arder. Marcan una línea de rojos encendidos en el borde, en la reja casi transparente que limita e impide que nuestros ojos salten cual suicidas y nos dejen a oscuras.

Quiero ver, necesito seguir disfrutando de la grandeza del verbo mirar. Voy a entreabrir mis labios, soltar poco a poco el aire, mientras las cuerdas vocales vibran. Así podré hablar y decir a quienes me causaron heridas de eterna cicatrización, ya fuera de forma intencionada o no, todo aquello que me daña por dentro y tanto escuece.

Ya sabes que me pasa. Ahora vas a escucharme o ¿quieres de verdad que el silencio ingrato de estos años nos siga torturando sin razón palpable? Yo lo tengo claro y tú no tienes mucha más opción. Siempre podrás escoger el cincuenta por ciento no deseado, pero eso no está en mis manos. Es cara o cruz.

photo-1450155155194-cd8ac3c4e18c

Domingo

Acostumbrada a su soledad, pasaba las mañanas, olvidando el día anterior. Pensaba que la memoria lo único que hacía en su cabeza, era sobrecargarla de peso. El olvido era su más fiel compañero. Ninguna persona podría ocupar su lugar. Ese agrietado y oscuro hueco que tenía años atrás, fue cubierto por su gélida manta de atípica compañia.

Los fines de semana no solía salir demasiado. Alguna que otra salida al cine, alguna cena de uvas a brevas y una vez al mes, salía a ver escaparates de las tiendas que inundaban el centro de la ciudad. En ellos, solo veía una lánguida figura con cabellos color negro azabache, algo encanecidos y casi sin peinar.

Una tarde se atrevió a mirar más allá de ese gigante cristal que separaba dos mundos; el desconocido y el suyo propio.

Vio entonces al otro lado, maniquíes con ropajes coloridos, esbeltos, con la cabeza bien alta. Justamente en la posición contraria a la suya. Siempre supo conocer mejor las baldosas del suelo que pisaba. Siempre ellas por delante de quien por su lado pasaba, gente non grata a su mirada, por temor o sentido de inferioridad, tal vez.

Su mirada quedó fija en el maniquí, que se encontraba a su izquierda, en la expresión de su cara de plástico, pudo ver más felicidad que en la suya propia. Sus piernas, poco a poco desconectaron de ella y avanzaron sigilosamente sin consultarlo. Cuando quiso darse cuenta, vio que sus pies, le habían adentrado en el comercio, le llevaron a un destino jamás pensado.

Nerviosa y tensa ante tal cambio, no sabía qué hacer. Sus manos le temblaban. Miraba con los ojos como platos a las dependientas. Quería articular palabras, aunque fuera solo una; pero sus labios se volvieron carceleros y le vetaron de tal derecho. Su respiración entrecortada y la visión, por momentos, se nublaba.

Una chica se acercó hasta ella y le preguntó: «¿Qué desea?». Ella inmóvil, pensó en responderla: «Nada», pero hizo un giro de ciento ochenta grados y cogió un vestido de tonos anaranjados y talle ajustado, colgado en un perchero metálico que tenía justo detrás de ella.

La dependienta le preguntó, que si ese vestido era de su talla y ella asintió. Fue a caja y lo pagó sin pasar por el probador. Salió disparada de la tienda directa a su casa.

Dejó la bolsa con el vestido encima la mesa del comedor y se olvidó de ella. Se puso la tele de fondo. Imagino que pensó que le haría compañía. Se hizo la cena y se acostó en el sofá.

Cuando despertó, el Sol estaba ya levantado desde hacia unas horas. Eran las diez de la mañana y ella nunca se despertaba más allá de las ocho cada día, sin importar que fuera martes, jueves o domingo.

Se tomó un café con leche y un par de galletas; esas que tienen nombre de mujer. Eso y una ducha con agua fría era un ritual diario, jamás se lo saltaba. Era de los pocos momentos en los que se sentía verdaderamente a gusto consigo misma.

Tras eso, se quedó sentada en aquella silla de cocina que hacía meses dejó puesta junto a la mesa del comedor. No quedaba nada bien, pero tampoco venía nadie a casa para criticar tal cosa. Miraba fijamente a la pared que tenía delante con las pupilas congeladas, sin pensar en nada.

Despertó del momentáneo letargo y miró hacia un lado. Allí encontró aquello que la tarde anterior había dejado, el vestido comprado a la desesperada dentro de la bolsa de papel.

Se sonrió, se levantó y se llevó la bolsa hasta su desordenada habitación.

Minutos después, el Sol le rodeaba y le acariciaba sus cabellos azabache. Esta sensación era totalmente desconocida para ella. Su memoria en un día incierto, apretó el botón de «enviar a la papelera» y dejó todo recuerdo positivo y placentero en lo más hondo de una montaña de escombros crecida tras un terremoto de decepciones.

Se atrevió a mirar al Sol, le esbozó una sonrisa y a ella sumó un amago de tímida risa y el aire la hizo llegar hasta él. Se miró de arriba a abajo, desde sus zapatos de tacón, su vestido entallado al que una ligera brisa lo hacia bailar lentamente. Miró el edificio que tenía sus espaldas, el lugar donde estaba su casa y hasta entonces, el lugar que fue su guarida. Suspiró y se puso a caminar.

Paseando sin rumbo, sin prisa y mirando a toda la gente que en su camino se cruzaba. Sin descaro, con gesto amable. Sintió como sus pesadas cadenas se iban soltando, cayendo al suelo, sonando a gloria como una bella melodía. Cada anilla caída le hacia sentirse más cerca de la libertad. Se topaba con señales que descontaban los minutos que faltaban para cumplir tantos años de condena y de desolación.

Empezó a chispear justo en el momento en que se dispuso a pasar al otro lado de la calle. Abrió su paraguas y  fue cruzando con largas zancadas, todas las líneas blancas de un despintado paso de peatones. Al llegar al otro lado, recordó un lugar donde solía ir ocho años atrás. No sabía si era buena idea ir a tomar algo a la terraza de ese bar que tanto le gustaba en aquella época. Se enfundó de valentía y se dirigió hacia allí.

Tropezó con una baldosa levantada y cayó bruscamente al suelo de costado. Despertó y se encontró en otro lugar. Acostada sobre una cama grande y tapada hasta media cintura. Notó el calor de alguien a su lado a quien no veía con claridad porque la luz del día no lo quiso permitir. Aunque su aroma era más que familiar. Se movió y se puso enfrente de ella para que pudiera salir de dudas. Le dijo: «Hola cariño, hoy a vuelto a salir el Sol solo para nosotros». Ella sonrió y rompió a llorar de alegría y le dijo: «Hola Domingo, por fin vuelvo a verte. Ahora el destino se ha quedado sin cartas y no podrá hacer nada para separarnos nunca más».

 

 

 

Premios 20Blogs 2015

Hola a todos,

Ya están en marcha las votaciones para los Premios 20Blogs 2015 de la Blogoteca de la revista digital 20Minutos. En realidad, las votaciones empiezan mañana viernes día 12 de febrero, pero hay que anunciarlo porque es algo que nos incumbe a todos los Blogguers. Para votar, os tenéis que dar de alta como usuario ( es gratis). Se da el hecho, de que este año se celebra su décima edición.

Deciros que este año me he presentado y mi blog ha sido validado para participar en este concurso en la categoría de blog Personal. Pues ahí voy…a probar suerte!

Se que al lado de muchos blogs, el mío es bastante bebé, pero creo que vale la pena seguir aliméntandolo y ver que cada día crece sano y fuerte.

Os dejo un enlace para que votéis mi blog hoy y mañana lo puntuéis, ya que hoy no se puede puntuar. Todo esto siempre que os guste mi blog, claro! 🙂

http://lablogoteca.20minutos.es/busqueda/premios-20blogs/El%20rinc%C3%B3n%20de%20Noe/

Si alguno de vosotros, también participa en este concurso, decídmelo e incluyo vuestro blog en este post.  Para muestra de que es cierto lo que digo, os dejo el enlace del primer blogguer que me ha comentado que también participa:

Categoría Blog Personal:

Óscar 

Tengo ilusión en este concurso, el hecho de participar ya es más que importante y si me encuentro con vuestros votos… entonces será fantástico. Pues echad un vistazo a cualquiera de los links de este post y votad si os apetece.

Gracias a tod@s y besos!

premios20blogs20minutos

Mirando a la nada

Harto de oírle, de notar sorna en su respuesta tan poco original. Dolor de cabeza continuo, diario. Con tan mala intención que incluso, hacia guardia muchas noches, prohibiéndome mi descanso. Me robaba el sueño y jamás me lo devolvió.

Rendido y agotado acudía por las mañanas a trabajar. No veía ni oía a quien a mí se acercaba. Era el despojo de alguien que tuvo una vez, la energía y fuerza de un felino, un ser valiente y feliz.

Una mañana no me pude levantar. Morfeo se apiadó de mí a altas horas de la madrugada, casi al amanecer. Fue entonces cuando me dormí y abrí los ojos a las diez de la mañana. Salí corriendo a la ducha, a vestirme y a prepararme un rápido café.

De pronto, me quedé quieto, mirando a la nada como un niño en medio de un parque falto de bullicio.

Y fue entonces cuando sentí lo que era el vacío. Justo en el momento que el eco de mi voz me dejó de responder.

71H

Te echaba de menos

Que cómodo estoy sentado en el sofá y viendo la tele. Calma, te echaba de menos. Silencio a ti también.

Y siguió mirando la pantalla apagada, feliz. Sin necesidad alguna de apretar el botón de encendido para ver empezar el circo televisivo de todos los días.

 

tele