Aquí y ahora

Porque siempre ha sido así, desde el momento que crucé la puerta. Desde que quedamos en vernos a la mañana siguiente y esa mañana no llegó. No me dejaste hablarte más. Una triquiñuela del destino, de una fatídica causalidad disfrazada de una sábana de seda dulce que te embriaga acaricia y te deja medio adormecida con solo el roce de su tacto. Fue un: «Hasta mañana» suave, coloquial, como de un día cualquiera de otros que ya habían pasado, solo que en apariencia…

Seguiré.. no va a quedar nadie con dudas

Día del libro y de la Rosa

Hoy es uno de los días más bellos del año. Una jornada donde se entrelazan los dedos de la mano de la cultura con los del amor y romanticismo.

El Día del Libro se celebra desde principios del siglo pasado, concretamente desde 1926. Se conmemora en esta fecha la muerte de Miguel de Cervantes, Garcilaso de la Vega y Shakespeare. Pueden gustar más o menos, pero nadie puede negar que son parte de las «All Stars» del mundo literario mundial. El 23 de abril, también fue el día escogido por la UNESCO para homenajear al libro, a la tinta de la pluma, bolígrafo que lo escribe, al escritor que le da vida a las páginas blancas de cualquier papel donde deja caer su imaginación y a la imprenta, que le hace nacer, que le enseña la luz de la vida, haciéndolo visible este hijo de la escritora o escritor a todo el mundo.

Cataluña  fue la comunidad autónoma, creadora y promotora de esta propuesta. Fue un escritor valenciano, Vicente Clavel Andrés, quien vivía en la ciudad condal, quien lo propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona y fue aprobado por Alfonso XIII en 1926.

No es de extrañar, que este Día de Libro sea una de las fechas más esperadas de todo el año para miles y miles de catalanes: autóctonos, emigrados y también llame la atención a turistas, que en esos días se encuentran en esta comunidad.

Aparte, se une otra celebración a este mismo día, la Diada de Sant Jordi. Esta Diada se celebra concretamente desde mediados del siglo XV.

Por otro lado, también hay un toque literario y romántico en este día tan especial. Se dice, se cuenta, se rumorea, según cuenta la leyenda..Había una vez un rey muy querido por su pueblo que tenía una hija muy bella. Un día, un dragón que sacaba fuego por la boca y que tenía asustada a toda la gente del pueblo catalán porque exigía que cada día sacrificaran a suertes, a una persona para satisfacer su apetito. Un fatídico día, la víctima de este sorteo horrible, fue a la hija del rey. A medida que se acercaba la princesa al lugar donde estaba esperándola el dragón con ansiedad, apareció un joven a caballo.Este caballero se llamaba Sant Jordi, quien luchó encarnizadamente contra el dragón. Hasta que, finalmente, el dragón cayó desplomado al suelo tras atravesarle la espada afilada en la garganta. De las continuadas gotas de sangre que se esparcían por el suelo y se adentraban en la tierra, nació un rosal que creció y florecía cada mes de abril. La primera que nació claro está fue para la princesa.

San Jorge o Sant Jordi es patrón  de la comunidad autónoma de Cataluña y también de Aragón. Así como de países como Alemania, Inglaterra, México, Países Bajos, Eslovenia y Grecia por poneros algunos ejemplos.

Así que ya sabéis, salid a la calle, si estáis por Barcelona no os perdáis las paradas de floristas y libreros en las Ramblas, en la Plaça de la Catedral o en las decenas y decenas de paradas que hay por esta ciudad o por cualquier otra ciudad española.

También podéis mirar antes por internet para ver algunas recomendaciones. En este caso os recomendaría echarle una ojeada a alguno de los libros de Óscar como 99 Instantes y de José Antonio Ordiz, Las luces del Puerto. El año que viene os daré algunas recomendaciones más, entre ellas, alguno de mis libros, que ya entonces, tendré acabados. 🙂

Sea de la forma que sea, no os quedéis en casa, salid a mirar, chafardear, a pasear a oler las esplendorosas rosas que los floristas exhiben en sus paradas. Y no dejéis pasar la mezca de este natural perfume con el olor de los libros. Estoy segura que quedareis atrapados por la sensación que este lazo de fragancias y emociones.

 

Feliç Diada a tod@s! 

Piedras en el agua

Recuerdo cuando éramos pequeños y los abuelos nos llevaban al parque. Pero no a aquel que estaba a dos manzanas de casa, si no al parque del estanque al otro lado de la ciudad, casi a veinte minutos de allí.

Durante el trayecto, nos contabais historias inventadas que nos hacían llorar de la risa. Os parabais de vez en cuando y nos seguíais contando esas fábulas mientras gesticulabais y hacíais las muecas más divertidas y desternillantes que habíamos visto hasta entonces.

El tiempo volaba y sin saber cómo, llegamos al parque y al gran estanque rodeado de árboles semidesnudos de hojas marrones y amarillentas, mientras que la otra mitad de sus vestiduras, cubrían el suelo cual alfombra otoñal, tapando tierra y piedras de río por la que corríamos cada verano.

Arrastrando los pies por el suelo, dibujábamos senderos para que pisarais la tierra y evitar así, que os pudierais caer. Este camino tenía un único destino. No era otro que el puente que abrazaba al estanque. En él, se refleja siempre el color y el estado de ánimo de cada día y de cada persona que se acerca a visitarlo. Ese día, sonreía al Sol que miraba de templarlo y alejarlo del frío de noviembre.

Corrimos hacia el centro del puente. Yo volví atrás para buscaros e ir todos juntos. Cogí cinco piedras algo más grandes que el tamaño de mis manos. Algunas blancas y otras grisáceas. Todas ovaladas y planas. Una vez estábamos todos en el centro del puente, repartí todas las piedras y recuerdo que os dije a todos: «Lanzad la piedra y pedid un deseo». Uno a uno, fuimos lanzando las piedras al agua. Era realmente bello como iban haciendo círculos y rozaban la tibia agua hasta el momento de sumergirse en ella. Me recordaba un poco a la manera que se sumergen los peces después de coger algunas migas de pan en la superficie de este u otros estanques.

¿Cuál fue mi deseo? ¿No lo he contado? Pedí repetir este paseo todas las tardes de mi vida.

 

8H

David Bowie, el gran camaleón

Nació para ser libre, huyendo desde muy joven de cualquier ser que le ofreciera con endulzadoras palabras, un mundo perfecto para él, en un lugar donde la cautividad es la ley que impera en el aire que respira a diario cada habitante, aunque este bravío parlanchín, la comparaba con el mismísimo edén.

Este buhonero, vendedor de hipnotizantes palabras casi consigue cazar entre sus redes y apresar al camaleón pantera más grande e independiente que pudiera haber conocido en su vida.  Por suerte, el joven y ávido reptil fue a ver con sus propios ojos si tal mundo existía.

Cambió los tonos azulados de su piel por otros grises, ocres y marrones apagados y llegó hasta el reino de la tierra prometida por el cazador de camaleones disfrazado de ángel salvador. Y, escondido tras las malas hierbas, secas y deshidratadas por la contaminación que provocan los malestares, el egoísmo y la falta de sensibilidad, pudo ver que todo lo prometido era la mejor venta del peor alimento, la mentira envasada en bote hermético.

Salió corriendo de allí, emigrando a lugares desconocidos. Pasaron los años y creció corporal y mentalmente. Las gentes que se encontraba a su paso tenían  opiniones dispares sobre él. Unos, lo adoraban y otros lo veían como un bicho raro. Aunque eso, siempre le dio igual.

En todos los rincones lo conocieron por su forma de andar, de cantar y de cambiar con asiduidad los colores de su escamada piel. Aunque,la gran mayoría, nunca supieron ni sabrán, nada de su vida personal.

En lo único que coincidieron, unos y otros es que sus colores fueron los más bellos que jamás un camaleón podrá tener.

 

Mr

«Sometimes you get so lonely
Sometimes you get nowhere
I’ve lived all over the world
I’ve left every place».

«A veces te sientes muy solitario
a veces sientes que no estás en ningun lado.
He vivido por todo el mundo
y he abandonado cada lugar».

Estrofa de «Be my wife» de David Bowie

Dedicado a David Bowie, el cantante y compositor más transgresor que habrá jamás.

Etéreo

No me toques.. aunque tampoco insistiré en repetirlo, será difícil que lo consigas.

No me mires ¡ya que poco me puedes ver! Intenta besarme, quizás puedas rozarme, solo quizás. Aunque se que tal como vengo me iré.

No es que esté lleno de insoportable egocentrismo. Soy muy poco físico, apenas podrás percibirme al no ser que mi enojo se desboque ante tí.

El aire que te acompaña en una dulce siesta, el vendaval que arrasa con furia con mirada vendada te habla sin esperar respuesta.

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Saciedad

Ni siento ni padezco el vacío que dejaste en mi cama.

No quiero ni puedo aguantar el peso de tú nombre.

El hambre que tuve lo sacié con mis sueños más secretos.

Aquellos que ahora callo y antaño te regalé.

 

Hora

Perdida

¿Se puede saber donde la metí? No la encuentro por ningún lado. No está en la mesa del comedor, ni en la nevera; tampoco en mi cajón desastre. Es desesperante ver que tampoco mi almohada sepa nada de ella.
Necesito que aparezcas, quiero recordar tú nombre.
¡Al fin te encontré! Encima del sofá donde esta tarde eché la siesta. Ahora empiezo a recordar que te olvidé.
Lo siento Memoria pero es así.
L