Un buen libro es como un recuerdo, no tiene fecha de caducidad. Siempre vive en nuestra mente y late con fuerza en el corazón.
Cada vez que leemos un capítulo nuevo y nos llega dentro, desenvuelve el papel de regalo que lo acaricia, nos traslada a un rincón del pasado, marcado en nuestra memoria.
Esa sensación de releer un pasaje de un libro que conecta con un momento de tu pasado… Indescriptible.
Y es que leer también es vivir, y yo creo que es vivir en la mejor manera.
Leer y escribir es una afición que llena una parte de nuestra vida.
Yo diría que forman parte de nuestro recuerdo y nuestra vida, y los que marcan de verdad se sienten casi como una experiencia vivida, real.