Cuántas pesadillas tengo aún, pero no quiero que me maten en vida y borren mis sueños, por mucho que lo hayan intentado y casi lo consiguieran.
¿Y tú? ¿estás presente? No nos sequemos como plantas con tierra quebrada, esperando a ser regada y viendo que el agua nunca llega. Desesperada, intenta llorar para seguir sobreviviendo. No te sientas como un cuadro cualquiera, gris mate, apagado y soportado por un hilo de vida a punto de quebrarse. Pintemos la vida de colores vivos, no seamos iguales, luchar es la única manera de conseguirlo, ¡al menos, hay que intentarlo!.
No se tú pero yo, no soy especial, ni fuerte por mucho que el espejo intente decirme lo contrario, ni tengo aires de grandeza, soy desigual, me alejo de la caravanas de gentes que no saben ni quieren saber lo que es vivir, solo caminan a ninguna parte concreta, siguen un rebaño que va directo al precipicio de la desilusión y del oscuro egoísmo.
Me enseñaron de pequeña, que lo más grande en esta vida es seguir presente, escuchar tus latidos, tu respiración, escuchar a tú cuerpo más que a tú cabeza, no aleccionar a nadie y mantenerse siempre con los pies en la tierra mientras vas caminando por el sendero que lleva a cumplir tu pequeño sueño.
Qué importantes las señales del cuerpo y los pequeños latidos,
qué molestas esas cabezas con sus pensamientos descontrolados,
qué olvidados aquellos corazones que a veces ya no sabemos ni como oír.
Enhorabuena por estas lineas Noe, no sé por qué me has recordado con ellas a un poema de Miguel Hernandez que descubrí hace unos meses titulado «Hoy me sobra el corazón».
Como me entendió tanto le dediqué este post http://www.rehumanizados.com/pasa-cuando-corazon-duele-hoy-me-sobra-corazon-miguel-hernandez/#more-267»
Un saludo 🙂
Gracias por tus palabras! Miguel Hernández era muy grande! Si te ha gustado este post, creo que este también te va a gustar!
https://elrincondenoe.net/2018/01/05/desaprender/
Ya me cuentas! Un saludo