Desaprender

¿Quien dice que si somos adultos, no podemos soñar despiertos con nuestras pequeñas ilusiones? Si es así, tampoco las soñará de noche. Intuyo por lo que me cuentas que sufres ese tipo de dormir con clavos en la almohada por forzarte a no fluir.

Dime infantil, inconsciente, inmadura, que aún tengo mucho que aprender para llegue a crecer algún día … Pues vale, no me importa porque no aporta nada esas palabras vanas y vacías.

Si es así, olvidaste tras el otro lado de la puerta cerrada a cal y canto tu niñez, las sorpresas fuera de días señalados que en casa recibías. Dejaste atrás el significado de una sonrisa de un niño, del brillo de los ojos de una persona cuando se emociona, del llanto alegre, de pintarte la cara de mil colores y de paso ensuciar las paredes de casa. ¿Tus recuerdos se congelaron o los tiraste por la ventana?  Tú piel se tornó lija, dura e inalterable en lugar de vibrante, cercana al sentimiento más dulce que se puede ver muchas veces mirarte los brazos y ver como tu bello poco a poco se eriza sin saber del todo a cuento del porqué te ha pasado.

Sigue tú  aprendiendo a ser alguien correctísimo, recto, un témpano. Si quieres a seguir por el camino que lleva a ninguna parte, al que no tiene más que una sola dirección ya estudiada desde el momento que iniciaste tu camino.

Déjame así y aléjate de mí. Si esto es desaprender, lo prefiero antes de envejecer sin sentido, sin notar nunca más, pequeños pinchazos de alegría en mi alma, sin emocionarme, sin dejar nunca de ser niña. Quiero andar por aquellas veredas que dan opción a un cambio de dirección porqué si, a la improvisación, a vivir.

 

 

El cofre de la vida

Que suerte no haber perdido esa llave que guarda el alma de niño.
Justo, la que enciende la luz de las ilusiones y acelera el latir del corazón.
Si supieras la de carteles que he visto en las calles! Anuncios en los que muchas personas, llegaban a ofrecer recompensa por encontrar su llave.

Cierto es que algunos la perdieron hace más de veinte años y jamás se percataron de su pérdida. Debían andar ocupados con otros temas.
Otros jamás supieron de esta intrínseca posesión. Quizás nunca la tuvieron en su interior.

Todos nacemos con ella y deberíamos abrazarla a nuestra persona como las anclas de los barcos al llegar a la orilla de la playa, se clavan en la arena.

15H

Mantener viva la ilusión como niños

El alma de niño contiene un cofre que se va cargando de sueños, ilusiones, risas y sonrisas compartidas. De vacaciones inolvidables, de cuentos, de juegos y de amor sincero. También alguna fruta amarga que nos hace tener un mal sabor de boca y que a veces, perdura en el tiempo.

Al crecer, aquellos que siempre han cuidado su llave tendrán este cofre muy cerca. Sus recuerdos de niñez siempre estarán despiertos y las ganas de disfrutar su vida, les hará tener más fuerza ante adversidades y más ganas de disfrutar y compartir, los buenos momentos que la vida nos ofrece.

Gracias por querer jugar conmigo, por enseñarme cosas que nunca aprendí, por querer conocer lo que nunca te dejaron ver ni probar, por compartir este viaje llamado vida y cuarenta cosas más.